sábado, 9 de enero de 2021

Oposiciones docentes: Una plaza es tuya

 ¡Hola!

Laura, de @teacherslifestyle, me ha ofrecido la posibilidad de leer su nuevo libro “Oposiciones Docentes: una plaza es tuya” y he de decir que me ha gustado mucho, ya que, bajo mi punto de vista, es un libro enfocado a aquellas personas que comienzan su camino en esto de la oposición y que habrán escuchado muchas veces eso de… “es la primera vez que te presentas, es imposible que saques plaza”. Y señoras y señores, quien diga eso no puede estar más equivocad@ (mi plaza es un claro ejemplo de ello).

 

Pues bien, os voy a contar un poquito sobre el libro. Como decía, es perfecto para quienes comienzan a opositar para conseguir desempeñar este bonito trabajo, ya que contiene claves básicas y generales para que el proceso sea fructífero y no morir en el intento.

 

En el primer capítulo, “Mentalízate. Una plaza es tuya”, nos rompe el mito de que es necesario echarle más horas que un reloj a la oposición. Si bien es cierto que hay que estudiar y hay que hacerlo muchísimo, hay que contar con la realidad de cada persona. No podéis fijaros en modelos de opositores cercanos, tenéis que analizar vuestra propia situación personal y el tiempo que le podéis dedicar. Lo importante, es que el tiempo que se le dedique sea de calidad. Siempre he dicho que “si vas a estar aquí sentada decorando las páginas de los apuntes, vete a hacer algo productivo (ir al gimnasio, cocinar, salir con algún amigo/a…” y vuelve después con ganas de trabajar”.

 

Otra de las claves que te ofrece es conocer bien el sistema de oposición, algo que considero fundamental. He conocido a much@s opositores que, al ni siquiera leerse las bases del concurso, han cometido errores garrafales. Por ejemplo, para la defensa oral en Andalucía, debes llevar materiales PROPIOS. Es decir, creados por ti. Así que, en el momento en que llevéis algún material con el logo del creador, automáticamente tenéis perdida la partida. No olvidéis que las personas del tribunal también tienen redes sociales y están al día de las cuentas educativas más punteras en ese momento, e incluso de algunas cuentas con pocos seguidores pero con grandes materiales. ¡Os van a pillar seguro!


En cuanto al tema, Laura nos comenta que éste ha de tener un toque personal y no puedo estar más de acuerdo. Imaginad por un momento que sois el tribunal. Tenéis a 100 aspirantes y por tanto, 100 temas que leer. Un tema, dos temas, tres temas… “mira, esto lo repiten continuamente”. Está claro que partes de un tema que una academia o un preparador te ha dado, pero no vale con resumirlo y adaptarlo a tu facilidad para el estudio, sino en buscar alternativas y toques personales que te hagan destacar y mantengan al tribunal enganchado y que no piensen “vaya, otro más”.

 

Laura además, dedica un capítulo a la programación didáctica y refleja consejos tales como “no es necesario que lleves todos y cada uno de los ejercicios, aunque yo sí te lo recomiendo”. Como bien dice un poco más tarde, este hecho te va a ocupar tiempo de preparación, sí, pero te va a facilitar muchísimo la exposición oral ya que te va a ir dando pistas de por donde tienes que seguir la defensa, además de que, si te quedas en blanco por los nervios, puedas usarlos como apoyo.

 

La última pincelada de este libro que os cuento, es que su autora nos recomienda aprovechar bien la hora de la encerrona (como sabéis, antes de la exposición oral, nos encierran una hora y nos incomunican para preparar la defensa). Pues bien, aquí me gustaría contaros mi experiencia personal.

 

Cuando llegó la hora de la encerrona, abrí mi maletón, ordené los materiales que iba a exponer con mi unidad didáctica y saqué los apuntes para comenzar a repasar. Me di cuenta de que lo tenía tan machacado que sabía que repasarlo una y otra vez iba a ser una pérdida de tiempo además de que podría confundirme en el último momento (tengo que añadir que iba muy segura de mí misma). Así que decidí volver a guardarlo todo y enchufarme los cascos para escuchar carnavales (es mi pasión). Concretamente, estuve escuchando “Los carnívales”, la comparsa de Antonio Martínez Ares y me quedé con esta parte: “Tú tienes permiso pa' vivir y yo libertad para matar”, lo que para mí en ese momento significaba que cualquier aspirante podía defender su trabajo, pero yo estaba dispuesta a comerme el mundo.

 

Espero que esta entrada os haya gustado/ayudado/motivado. Sin más, a tod@s aquell@s aspirantes que sois “novatos” en esta oposición, os recomiendo la lectura de este libro, os dará muchos truquitos que solo cuando ya has pasado y superado esta etapa, te das cuenta de lo valiosos que son.

 

¡Hasta la próxima!



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